La Quiropráctica funciona restaurando la habilidad que tiene el cuerpo de sanarse a sí mismo, cuando el sistema nervioso funciona correctamente las células, tejidos y órganos del cuerpo están diseñados para resistir a enfermedades.

El tratamiento quiropráctico lo que hace es localizar y eliminar cualquier interferencia de esa capacidad del cuerpo de sanarse por sí sólo. Estas interferencias puede ser producidas por los huesos móviles de la columna –vértebras-, la pérdida de movimiento o posición normal de estos huesos puede irritar al nervio o interferir en el funcionamiento normal del sistema nervioso. Esto hará que los impulsos nerviosos no se transmitan bien y por lo tanto la información del cerebro no llegará bien al resto del cuerpo por lo que perjudicará la salud.

La quiropráctica tiene como objetivo principal, mejorar el funcionamiento del sistema nervioso, mejorando así la salud del paciente incluso en muchos aspectos que no relacionamos con problemas de la espalda.